sábado, 26 de noviembre de 2011

MI PEQUEÑO MAL DE ESCUELA

Ayer tomé la decisión de subir esta entrada. Hacia tiempo que la tenía escrita en sucio, pero como que me daba un poco de vergüenza enseñarla a los demás. Le he dado la vuelta a la tortilla y he pasado de tener vergüenza a estar orgulloso de mí mismo. Lo que tenía escrito era lo siguiente:

EL ZOQUETE QUE FUI Y SIGO SIENDO

Conforme iba leyendo Mal de escuela, me daba cuenta de que yo tenía muchas cosas en común con ese zoquete. Realmente nada ni nadie, hacia que aprender sobre alguna materia se me hiciera interesante. Para mí lo más importante era divertirme con mis amigos jugando al fútbol en el patio, eso era la escuela. Para colmo tuve la "mala suerte" si se puede llamar así de encontrarme con la "peor" profesora del mundo. Me impartió clase desde 1º hasta 4º de E.G.B. por respeto no escribiré su nombre, aunque si me pusiera a su altura, lo debería haber hecho y con mayúsculas. Cuatro años en los que no aprendí nada, algo bastante normal para mi, pero no para mis compañeros. No exagero, me gustaría poder tener grabado el testimonio de mis compañeros para dar testimonio de ello. Por fin en 5º, llegó mi primera salvadora, Pepa Vives. Después de hacernos una evaluación general de conocimientos, en la que yo saqué un 0.5, se puso a trabajar con nosotros al máximo. Intentaba buscar la forma de motivarnos y en muchas ocasiones lo consiguió. Al menos en dos años tuvimos la oportunidad de ponernos casi al nivel de alumnos de otras clases. Finalmente llegó el momento de pasar al instituto, donde yo encontré una forma de libertad. 3º E.S.O. fue algo bueno, no entraba a clase, pero aprendí muchas cosas de la vida en aquel año, cosas de la vida en general. Como es normal repetí. Yo para entonces ya trabajaba por las tardes en una carpintería, era mi inmediato futuro. Hablé con mi tutora para ver si podía ir a clases de P.D.C. (clases de tontitos, como dicen algunos), yo estaba bien contento, iba a obtener el graduado sin hacer nada. Finalmente así fue, y me fui a trabajar.

En los siguientes años, tenía dinero, me ganaba mi buen jornal, cambie varias veces de trabajo, ya que ninguno me llenaba. Por fin me dí cuenta, que lo que a mi me gustaba era la actividad física y el deporte y que aún en tiempos difíciles debía luchar por formarme en ello y ser un profesional. Me preparé una prueba de acceso para realizar el FP del T.A.F.A.D. Finalmente quedé el 6º en lista de espera y a finales de octubre me llamaron para entrar.
Una vez dentro me dí cuenta de que aquello si que era lo mio, tanto, que fui el que más nota obtuve de mi clase, dándome la oportunidad de ir a la universidad, ¿quién me lo iba a decir?!!!, nadie se lo podía creer y yo casi que tampoco, jajaja.

La verdad es que en 1º de FCAFE, mi nota no fue para nada alta, más bien al contrario, un 6 y poco de media. tienen una explicación, los dos años que estuve en el TAFAD, intentando dar lo máximo, me pasaron factura. Pero puedo asegurar de que estoy muy feliz de estar donde estoy, soy un zoquete en evolución estudiando en la universidad.

Ser zoquete tiene sus ventajas.


2 comentarios:

  1. gracias por tu historia. Contar tus historias es un poco desnudaste. Cuanto mas profundizas, mas desnudo te quedas. Pero mejor te entiendes y te entienden. Así que enhorabuena por tomar el riesgo. Y otra cosa. Fijate como Unas historias llaman a otras. La de pennac a la tuya, y quizá la tuya llame a otras

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